La curadora de esta exposición, Martina Corgnati, ha expresado sobre la muestra: "¿Aún existe el arte italiano? ¿Existe una identidad común y caracterizante que distingue la cultura artístico-visual de nuestro país de la de otros territorios europeos o mediterráneos? ¿Existe una raíz, un patrimonio de formas y modos compartido? Intentar contestar a preguntas como éstas hoy día, después de al menos veinte años de globalización programática que ha interesado los lenguajes artísticos a cada nivel, no es fácil.

"A un primer nivel y a primera vista la tentación sería contestar con un rotundo “no”: no hay y no puede haber ninguna diferencia entre un artista italiano y uno suizo o estadunidense o sueco – todos tienen acceso a las mismas, riquísimas y prácticamente ilimitadas fuentes de información, todos se comunican en red, dialogan, se mueven a lo largo de caminos similares, viajan a las mismas ciudades y asisten a los mismos programas de residency y utilizan más o menos las mismas técnicas y estrategias productivas.

"Por otra parte, para agravar o mejorar las cosas, no sólo cabe añadir un número cada vez mayor de artistas italianos se desplaza al extranjero para estancias más o menos largas, en la tentativa no sólo de alimentar su trabajo y su investigación con nuevos estímulos sino también de entrar más fácil y directamente en contacto con algunos ganglios vitales del sistema del arte.

Sin embargo, limitarse a estas consideraciones exteriores no es suficiente; más allá de los “estereo-tipos”, relativos a la italianidad como a cualquier otra cosa, permanecen “tipos” basados en intereses, hábitos, prácticas, fuentes y patrimonios de memorias más o menos compartidas, de la lengua a la comida, de los olores, a las maneras, de los tiempos, a los gustos y a las formas del imaginario. Todas “pequeñas cosas” que se vuelven más precisas y apropiadas cuánto más cuantitativamente limitado y cualitativamente homogéneo es el grupo al cual se hace referencia.

Última fecha

dom

14

abril / 2013

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