El monje ruso Andrei Rublev fue el gran pintor de íconos religiosos del siglo XV. Al tiempo que se volvía más popular, más dudaba de sí mismo. Testigo de terribles atrocidades, terminaría perdiendo la fe en el ser humano. El artista es la época que le ha tocado vivir, porque el arte trascendente e inmortal nace del conflicto entre el hombre y su destino. Suprimida por las autoridades soviéticas en 1966 (sólo sería estrenada en su país de origen cinco años más tarde), Andrei Rublev convertiría a Andrei Tarkovsky en el director ruso más importante de su generación, logrando en ella una perfecta reconstrucción histórica y, al mismo tiempo, recreando en pantalla toda una cosmovisión.

U.R.S.S. 1966, 183'.

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dom

15

abril / 2018

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