Se exhiben más de 50 obras de Liliana Golubinsky junto a una serie de esculturas de Marcelo Toledo.
Lienzo y metal, cálido y frío. De ese cruce entre opuestos nació esta exhibición que combina la calidez de los pasteles de Golubinsky y el brillo de los metales de Toledo en una trama que se fue gestando como un secreto entre los dos artistas.
“Para sus trabajos en conjunto, Golubinsky y Toledo han decidido entrecruzar materiales y motivos. Algunos personajes característicos de la primera fueron realizados en metal por el segundo y luego fueron incorporados a telas dibujadas. En otras obras, Toledo proveyó rezagos metálicos o Golubinsky incorporó cierta iconografía propia de aquél, como los corazones o los nidos. Cada uno ha accedido a la intervención del otro en total libertad. El resultado, como decíamos antes, es un ensayo. Una suerte de ejecución musical a cuatro manos, acordada, pero no por eso menos lúdica y caprichosa”, explica Rodrigo Alonso.
Artistas: Liliana Golubinsky, Marcelo Toledo // Curador: Rodrigo Alonso //