Desde los años 1990, la obra de Alexander Apóstol (Barquisimeto, Venezuela 1969) ha puesto en evidencia los distintos códigos de género, raza e identidad que acompañan las ideologías de América latina. Esa crítica abarca, lo mismo el imaginario colorido y optimista de la modernización y el desarrollismo, que el catálogo de fantasías corporales y sexualizadas del nacionalismo y populismo continental.

El centro de sus obras, aunque no exclusivo, es la oscilación de lenguajes visuales e ideológicos de la historia moderna de Venezuela, desde la visión historicista y nativista que desplegaron pintores realistas como Pedro Centeno Valentilla al amparo de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en los cincuenta, pasando por la utopía de reinvención energética y corporal del constructivismo en el auge petrolero de los años 1960 y 1970, hasta la escenificación interminable, trágica y cómica a la vez, del régimen bolivariano del presente.

Apoyado en la exterioridad escéptica que le brinda una pespectiva homosexual, el arte de Apóstol pone siempre en relevancia la forma coordinada en que la representación artística es cómplice y auxiliar de la producción imaginaria del estado nación moderno, que depende de la sexualización de nuestra mirada para dar cuerpo a sus utopías sucesivas. Pues la oscilación de estilos históricos del arte regional es, también, la sucesión de apuestas por usar el deseo y la identidad como aparatos secretos del dominio.

Quiénes

Artistas: Alexander Apóstol // Curador: Cuauhtémoc Medina //

Última fecha

dom

15

octubre / 2023

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