Segundo largometraje de Frantisek Vlácil, el gran formalista del cine checo y el primero en que demostró su interés en la historia, la Iglesia y el poder, que siempre representa en estado de corrupción. En este caso la trama confronta a la familia de un molinero, hombres libres y conocedores de la ciencia, con un regente que basa su fuerza en la complicidad con el clero y en la ignorancia de su pueblo. El amor entre el hijo del molinero y la bella Martina, que para concretarse necesita la aprobación del regente, sirve como catalizador del conflicto, que Vlácil filma en un tono entre impresionista y alucinado.

Dáblova past, Checoslovaquia, 1962, 85'.Esta película forma parte del ciclo Locas Margaritas: El cine de la Primavera de Praga.

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7

marzo / 2014

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