Este film checo, injustamente olvidado, es un muy digno antecedente de La infancia de Iván, la ópera prima de Tarkovsky. Aquí también el protagonista es un niño a quien la guerra transforma en prematuro adulto, se advierte la misma mezcla de impotencia y curiosidad en los hombres que tratan con él, y en varias secuencias puntuales hay un clima desolador que es asombrosamente similar. Aquí también el niño, porque sabe pasar desapercibido, hace de enlace entre pelotones aislados, también debe oficiar de espía y también rechaza que lo traten de un modo paternalista. Kachyna no era un poeta pero sabía expresarse en términos visuales, priorizando la movilidad de la cámara, y así resuelve con inspiración varias escenas de acción pura.
Prace, Checoslovaquia, 1960, 84'.
Esta película forma parte del ciclo Locas Margaritas: El cine de la Primavera de Praga.